Nelva Peláez, un corazón cautivado por la niñez


“Cuando somos niños nuestros padres suelen decirnos: ¡tú puedes, hazlo! creo que en algún momento cuando empezamos a crecer se nos olvida que podemos”, así piensa Nelva Peláez, quien ha querido continuar luchando por todo aquello que se ha propuesto de corazón, y como directora ejecutiva de la Fundación Heart Care Dominicana, entrega lo mejor de sí en pos de dar una esperanza de vida a familias con niños y niñas que necesitan atención y cuidado quirúrgico cardiovascular.


Hace unos diez años que comenzó la historia de Heart Care Dominicana y junto a ella el compromiso de Nelva Peláez. Las alegrías que ha recibido son incontables. Ver el proceso de recuperación de los niños y niñas beneficiados ha marcado su vida y le ha hecho continuar creciendo como mujer, como madre y como dominicana que se siente feliz ante las satisfacciones del deber cumplido. Hoy abre las puertas de su corazón para Refugios Magazine y cuenta cómo ha sido esta grandiosa experiencia.


RM. Sin ser necesariamente una profesional de la salud, ¿cómo se integra en la idea de formar una fundación como Heart Care Dominicana?

Me involucré a través de mi gran amigo el Dr.Pedro Ureña, a quien le contactaron los médicos de Heart Care Internacional para establecer un programa de cirugía cardiovascular pediátrica en la República Dominicana. Mi papel dentro de la fundación iba a ser administrativo, pero me encantó la idea de crear una fundación donde tanto los médicos como los colaboradores fuésemos voluntarios y ayudáramos a la gran cantidad de niños enfermos del corazón que no tienen facilidades de tratamiento en nuestro país.


RM. ¿Cuál ha sido su experiencia como parte de la fundación Heart Care Dominicana?

He vivido momentos tristes y momentos muy alegres. He experimentado de cerca lo solidario que somos los dominicanos; es maravilloso ver cómo cuando se necesita sangre llegan todos los vecinos o amigos a ofrecerse.


RM. A partir de su experiencia, ¿cómo motiva a otras personas a que se integren en causas iguales o parecidas a Heart Care Dominicana?

Cuando somos niños nuestros padres siempre nos dicen “¡tú puedes, hazlo!”, creo que en algún momento cuando empezamos a crecer se nos olvida que podemos. Olvidamos que somos capaces de cambiar la vida de un ser humano donando una hora de trabajo, ofreciendo sangre o haciendo un pequeño aporte económico. Si nos acogemos a esa filosofía podemos cambiar el mundo.


RM. ¿Cuál fue su principal motivación para asumir el rol que desempeña en Heart Care Dominicana?

Los niños. En cada uno de ellos veo uno de mis hijos y los siento como parte de mi familia.

RM. ¿Qué es lo más difícil de ser testigo de la situación de los niños que ayuda la fundación?

Lo más difícil es ver a un hijo irse a “la casa de Dios”, y he vivido la partida de esos ángeles. A veces cuando llegan a nosotros el tiempo de hacer cirugía ha pasado y es difícil para todos.

RM. ¿Cuál es la mayor recompensa de ser parte del cambio de la vida de muchos niños y niñas dominicanos?

Verlos crecer y escuchar las historias de la primera vez que se subieron en una mata a “marotear”, o de que están en la escuela y compitieron en una carrera en clase de gimnasia; eso me pone feliz.

RM. ¿Qué ha aprendido de ellos?

Cada uno de los niños viene con una lección diferente. Recuerdo a una niña de 9 años que siempre estaba sonriendo y yo le dije: “después que te operen quiero verte sonriendo así”, y ella me contestó: “tengo muchos años esperando que me ayuden, después que me operen mañana voy a reírme más”. Otro niño me enseñó que hay que ser valiente y tener paciencia, pero todavía no tengo esa virtud.


RM. ¿De qué manera evalúa el aporte social de Heart Care Dominicana?

Estimo que no hay manera de valorarlo, ni emocionalmente, ni monetariamente, ni como aporte social, porque no es un paciente que se sana, es toda una familia.

RM. Dentro del seno familiar ¿Cómo es Nelva?

Si les digo no me creen, soy extrovertida, mandona, testaruda y no pierdo ni un pleito. ¡Ah!, y tengo un poco de loca y cómica, eso último lo heredé de papi.

RM. ¿Qué le enorgullece de su familia?

Ser hija de Milton y Adolfina, dos seres que son símbolo de honestidad y bondad. También me llena de orgullo la unidad que existe en mi familia en las buenas y en las malas.

RM. Siendo madre de 5 hijos ¿esto ha influido en el rol profesional que desempeña?

Creo que ser madre de tantos hijos me ha ayudado a compenetrarme más en lo que hago, porque tal y como dije, en cada uno de los niños que ayudamos veo a uno de mis hijos.

RM. ¿Cuál considera constituye el principal legado que otorga a sus hijos el trabajo que desempeña en la fundación?

Imagínate, mis hijos son la razón por la cual seguir este camino. Quisiera dejarles como herencia el deseo de crear un mejor país, que se interesen por ayudar al otro sin esperar a cambio, y que aprendan que la verdadera recompensa la da Dios.


RM. ¿Qué disfruta hacer con sus hijos cuando no está trabajando?

Me encanta cuando jugamos Wii y Scene It, bailamos, cantamos, oímos música y hablamos muchísimo.

RM. ¿Qué le gusta hacer para desconectarse y consentirse?

Me encanta juntarme con mis hermanas, se me olvida hasta si estoy cansada; disfrutamos estar juntas, hacemos cuentos, ¿qué te digo? una verdadera cura para mí.

RM. ¿Dónde le gusta refugiarse?

En mi casa, con Horacio y los niños.

RM. ¿Cuál rincón de su hogar es sagrado y por qué?

Mi cuarto, porque es el rincón de reunión familiar.

RM. ¿Qué es lo primero que hace cuando se levanta cada mañana?

Mirar el reloj y decir “¡estoy tarde!”

Breves respuestas

Su trabajo es… una alegría
Sueña con… ver una República Dominicana más justa
La familia es … unidad, amor y consuelo
La sonrisa de un niño representa felicidad
El corazón es para mí… pureza


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