A mis 35 años
Pienso en cómo hace diez años, tras mi regreso de haber estudiado en España, me atrevía a decir “confieso que he vivido”. No estaba equivocada, acumulaba maravillosas experiencias a mis 25 años.
Familia que sigue siendo familia, que siempre es y está y que los años me han permitido aprender a valorar más.
Pensé que tenía muchos conocimientos y cierta experiencia en lo profesional, pero !oh! sorpresa cuánto me faltaba por aprender, por superar crisis, por reinventarme y tener el privilegio de hacer de mi quehacer un proceso de crecimiento y coherencia para apostar por un mundo más justo.
¿Qué me deparan los años venideros? No lo se. Quiero vivir el ahora y continuar construyendo el legado de una Paloma que recibe cada año con Luz, alegría, esperanza y la capacidad de amar necesaria para seguir siendo la mejor versión de mi misma.
Comentarios