Un templo entre raíces

El paso de los siglos ha intervenido en este asombroso paisaje en el que a simple
vista no se logra distinguir qué ha estado por más tiempo, si las paredes sagradas o las imponentes raíces de los árboles. Es el templo Ta Prohm, escondido en un rincón del noroeste de Camboya.

Saltó a la fama cuando fue utilizado como escenario para la película Tomb Raider interpretada por Angelina Jolie en el 2001. Pero el templo de Ta Prohm en la zona arqueológica de Angkor, en Camboya, alberga desde hace siglos una interesante riqueza cultural e histórica que ni los enormes árboles de la jungla que le rodea han logrado sepultar.

El efecto del tiempo
Ta Prohm está ubicado al este de Angkor Thom, la antigua capital del imperio Jemer, que dominó por siglos el sudeste asiático. Paradójicamente gracias al descuido de sus fieles este templo se ha convertido en un ícono de la actual Camboya, por las raíces de los árboles que han alcanzado, cual reptiles, las ruinosas paredes, muros y estancias.

Intentar caminar entre esta fusión de ruinas y jungla es asombroso, algunos rastros de las paredes apenas son visibles. Su diseño corresponde a un “plana” o templo jemer: un templo-pirámide con un santuario central y diferentes galerías y torres que conforman edificios, como bibliotecas, un salón de bailarines o la cámara de fuego. Para evitar perderse en los estrechos pasajes es importante ir acompañado de un guía.

Significado de la construcción
El templo Rajavihara, hoy conocido como Ta Prohm, data de los siglos XII y XIII. Referencias históricas cuentan que fue el rey Jayavarman VII quien después de ascender al trono de Camboya en 1181 se interesó en la construcción de obras, entre estas el llamado Templo Real, que fue uno de los primeros fundados.

Jayamarman quiso edificar un templo en honor a su familia y en especial a su madre, por eso integró en la obra una estatua de Prajnaparamita, personificación de la sabiduría.

Una inscripción en sánscrito, lengua clásica de la India, en una de las piedras del lugar, explica
detalles del templo, tales como que Ta Prohm abarcaba más de 3,000 aldeas y contaba con 18 grandes sacerdotes, dos mil funcionarios y más de 600 bailarines.

Desde su construcción el Ta Prohm ha sido un importante e impresionante lugar sagrado y con el paso de los siglos se ha convertido en un asombroso destino del sudeste asiático en el que, entre raíces y templo o entre templo y raíces, es posible maravillarse de las curiosidades de la naturaleza y admirar la historia de civilizaciones antiguas.