REPORTAJE II

BIBLIOTECAS FUERA DE REPUBLICA DOMINICANA

La UNESCO y el IFLA (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas y Bibliotecarios) recogen en el manual de “Directrices para el desarrollo de servicios de bibliotecas públicas”, las experiencias de varios países alrededor del mundo, mostrando las políticas de Estado que éstos han desarrollado tendentes a incentivar la lectura entre sus ciudadanos.

Países como Colombia, Venezuela y México demuestran con sus experiencias que los servicios en bibliotecas públicas pueden ser exitosos. Por ejemplo, en lugares donde no hay bibliotecas escolares, los establecimientos rurales centran sus actividades en prestar apoyo a los estudiantes y llenan el vacío de información que podría producirse.

Donde mucha gente tiene una vivienda que no reúne condiciones dignas y carece de electricidad para poder estudiar, como en Sudáfrica, las bibliotecas públicas representan una respuesta a la necesidad estudiantil de encontrar espacios que les proporcionen elementos básicos de confortabilidad como electricidad, mesas y sillas.

En materia de legislación se ha evidenciado que en nuestro país aún se está en proceso de formulación de leyes, contrario a otros países como Finlandia, que desde 1998 cuenta con una Ley de Bibliotecas que dispone, entre otras cosas, que ésta es responsabilidad del municipio y que debe cooperar con otros tipos de bibliotecas, así como evaluar a los servicios de información prestados.

México y Venezuela poseen una legislación específica para este sector, mientras que en Colombia y Brasil, en la legislación sobre servicios de información, se hace referencia a las bibliotecas públicas.

En sus directrices, la UNESCO y el IFLA reconocen la idea de utilizar lo mejor posible los recursos de bibliotecas e informativos existentes y de aprovechar plenamente las oportunidades que brinda el auge de la fuentes de información.

Expertos de esas instituciones entienden que los servicios de biblioteca no deben limitarse a una infraestructura fija y valoran el trabajo que se realiza en Santiago de Chile, donde se prestan servicios en las estaciones del metro.

Los lugares donde la comunidad se congrega ofrecen la oportunidad de brindar acceso al uso y consulta de libros.El ejemplo de Cataluña, en España y de Portugal es curioso y original. Durante los meses de verano, los vacacionistas pueden disfrutar de bibliotecas que funcionan en las playas.


(ZOOM)
Sobre el material bibliográfico
LOS LIBROS NO ALCANZAN PARA TODOS

UNESCO e IFLA sugieren que en una biblioteca pública deberían de estar disponibles unos 200 mil libros por cada 100 mil habitantes que la utilicen. Según el I Censo Nacional de Bibliotecas Públicas, el registro de títulos de la mayoría de las bibliotecas censadas era deficiente.
Aunque no da como confiable las cifras aportadas, establece que hacia el año 2000, entre los 81 establecimientos existentes en el Distrito Nacional, a donde acuden alrededor de 2.5 millones de usuarios, el material bibliográfico disponible era tan sólo de 432,864 libros, la mayoría de ciencias sociales.

Listín Diario, Lecturas de Domingo. Domingo 5 de Agosto 2007

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